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Versión apícola de la llorona. (Parte I)

Parte I


_______ siempre caminaba mucho, buscaba en sus pies la ruta para poner orden a sus ideas. Siempre caminaba mucho. Sus pies recorrían el frio de la madrugada, el rayo del medio día y el viento de la noche, sus callos guardaban la desilusión d sus sueños estrellados. _______ siempre caminaba mucho. Así sucedía, así sucede, y tal vez, así sucederá...

Un día, los callos de _______ se hicieron muy grandes, tanto que ya no podía caminar. Apenas lograba alejarse 10 metros de su casa cuando ya tenia que regresar para refugiarse en su madriguera y que los fantasmas nocturnos no le encontraran. Un día, los callos de _______ se hicieron muy grandes. Al llegar a su alcoba _______ volvió a la caja que resguardaba los recuerdos, la abrió cuidadosamente para que éstos no se escaparan. Tomó aquella primera foto, la llevó a su cama y la observó con ese sentimiento de melancolía. (La melancolía es un estado traicionero, pue siempre golpea a la lógica por la espalda). Un día, los callos de _______ se hicieron muy grandes.

Así pues, _______ observó la foto, y con ambas manos la llevó a su frente tratando de hacer el llamado al destino. _______ observó la foto.

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